sábado, 17 de noviembre de 2007

Fiesta de mascaras

"Las grandes puertas del salón se abrieron lentamente. Se escuchaba del otro lado diversos sonidos: voces, risas, música lenta y envolvente. Cuando las puertas se abrieron en su totalidad, el mayordomo con dotes clasistas, me invito pasar al gran salón, donde estaba la fiesta. La fiesta es de mi amigo Tomás, un chico de instituto que conocí hace un par de años. Provenía de una de las familias mas poderosas y ricas de la ciudad. Decidí caminar lentamente hacia dentro mientras las puertas se cerraban detrás de mi.

Me quede parada en un principio, sin saber que hacer. Pensaba en buscar a alguien conocido, alguien capaz de salvarme de la trágica noche en soledad. Sin darme cuenta me hundí en mis propios sueños y fantasías, aislándome de todo lo que me rodeaba y agarrándome a mis dulces pensamientos, donde  soñaba pasarlo bien en la fiesta, conociendo a mucha gente  y ya puesta, salir con algún chico guapo... Al volver a controlar la cabeza, mire a mi alrededor. Algo raro presenciaba en los invitados, todos llevaban mascaras puestas. Todas las mascaras eran de color blanco, y tenían dibujos extraños e inquietantes.

Confusa ante todo esto, me dirigí a una esquina de la sala. Desde ese punto empece a observar el comportamiento y los movimientos de aquellas personas con mascaras, como una pareja que estaban cerca mía. La mascara de la chica no paraba de gotear agua con un dibujo triste en ella, mientras la del chico era enfadada y fría. Parecía como si estuvieran discutiendo, cuando  en un momento de la conversación apareció una brecha en la mascara de la chica. La pobre  tapando su rostro de dolor y desesperación, 
se marchó del sitio corriendo entre la multitud. El chico alzó su brazo hacia la mascara y su careta de enfado se convierte en una careta de felicidad malvada por lo que había hecho.

Triste por aquel suceso, miré hacia otro sitio. Vi un chico, elegante, alto, moreno y con una mascara muy atractiva. Parecía una persona amable, conversando con la gente y cambiando las caretas de las personas por caretas felices. Hablaba con todos los invitados y poco a poco se acercaba hacia mí. Cuando llegó, acercó la cabeza y se puso a mirarme durante un rato. Tímidamente le saludé, pero no me contestaba. Se colocó una mascara de sonrisa de bufón, y comenzó a reírse de mí, despreciandome delante de todos y se marchó, saludando a saludar a otras personas que había en  la fiesta. Me sentía más triste que antes, no porque se riera de mi, sino por el vació que sentía, el estar excluida y rara en esta fiesta de mascaras tan extraña.
Los nervios y la angustia se apoderaron de mi cuerpo. Deseaba salir de aquel lugar y comencé a correr hacia la salida cuando una mano me agarró del brazo. Asustada intenté soltarme con todas mis fuerzas aunque inútilmente conseguí separarme. Giré la cabeza lentamente, cuando el miedo dio paso a la alegría; era Tomás. Le abrace con todas mis fuerzas y  se sorprendió ante este hecho. Me cogió de la mano y consolándome, nos fuimos a ver a unos amigos de él. Por suerte todos sus amigos no llevaban mascara, excepto uno, pero estaba con Tomás y estaba mas seguro. Se convirtió en mi superheroe durante la noche.

Un rato largo estuvieron hablando mientras escuchaba sus conversaciones, cuando el hombre con la mascara elevó su mano y me señalo con el dedo. Me sentí rara por esa acción. Mire a mi alrededor  y me quede sorprendida: me estaban señalando con el dedo todos los demás. Asustada, cerré los ojos y tome el brazo de Tomás con mucha fuerza. Sin embargo no se inmuto de que le cogía con fuerza su brazo.
Notaba algo raro en Tómas. Levante la mirada y con horror observe que Tomás llevaba una mascara con una sonrisa diabólica dibujada. La gente se acercaba lentamente a mi sin parar de señalarme. Pensé en huir de ahí corriendo pero Tomás me agarro el brazo, con mucha dureza y seguidamente me empujo al suelo riéndose de mi patética postura. Me hizo tanto daño, que me empezó a doler todo el cuerpo. Intente levantarme cuando Tomás se quito la mascara que llevaba y mostró aquel rostro que me dolía ver, aquel rostro que me producía pesadillas en las noches, aquel rostro que arruino mi vida. La persona que ocultaba desde el fondo de mi corazón, estaba allí de pie riendo. No podía más, empece a llorar,  pidiendo ayuda sabiendo que nadie me podría ayudar. La gente  no paraba de agarrarme por todos lados, como si fuera una muñeca de trapo manoseada. Me hacían daño y no paraban, estaba desprotegida ante aquella avalancha, mientras la carcajada de esa persona me angustiaba aun más. No podía aguantar mas, solté un grito de desesperación y dolor.

El grito me levanto de la cama. Eran las 7:00 y estaba sudando. Me seque la frente y pensé en que solo era un mal sueño, nada más. Sin embargo no paraba de dar vueltas a ese tema.
¿Que significaría todo eso? ¿Una casualidad? ¿Un mensaje oculto de mi cabeza?.¿Por que apareció él? Cada vez que quería profundizar en el tema, mas pánico me entraba al pensarlo."

1 comentario:

Cristina dijo...

Jolines! Me tienes asombrada!! De veras que menudos relatos!!! Deberias dedicarte a esto profesionalmente eh? Jope, pos nada sigue escribiendo sigue, que me estas enganchando!! Esta super bien!!! :p